Amor

3 factores por los que suelen terminar las parejas

En la actualidad, las rupturas amorosas se han convertido en algo bastante común. Desafortunadamente, hoy en día, las parejas suelen terminar una relación incluso por tonterías. Sin embargo, en otras ocasiones si existen razones de peso por la cual se toma esta decisión.

Existen muchas formas en las cuales puedes intentar salvar tu relación, sin embargo, la mejor forma es prevenirlo antes de que llegue a ocurrir. Para poder hacerlo es necesario que conozcas cuáles son las razones que pueden llevarte a este punto. Lo más importante es la comunicación, es la mejor forma en la cual puedes determinar lo que está fallando.

Es por ello que, en el día de hoy, quiero hablarte sobre los principales 3 factores que llevan a las parejas a terminar la relación.

Factores más comunes por los cuales las personas terminan sus relaciones

Existen muchos factores que pueden llegar a provocar la ruptura de las parejas. Traiciones, infidelidades, desamor y muchas más, sin embargo, a continuación te diré cuáles son las 3 principales razones por las cuales las parejas se separan.

1. No han aprendido a manejar sus diferencias

En el periodo de luna de miel de una relación, las diferencias de la pareja tienden a quedar en segundo plano. Las similitudes de la pareja prevalecen. Es cuando la atracción es más fuerte y la relación tiene tiempo para formarse. Pero, inevitablemente, la etapa de luna de miel no dura. Después de la luna de miel, llega la verdadera relación.

En una relación real, nos decepcionamos, no siempre tenemos nuestras necesidades cubiertas, no nos gusta todo de nuestra pareja y no siempre estamos de acuerdo en cosas importantes. Cuando se establece la relación real, muchas parejas suelen:

  • Tener conflictos crecientes
  • Sienten que han elegido a la pareja equivocada
  • Se culpan mutuamente de sus problemas
  • Piensan en romper

Por lo general, esto significa que las parejas no han encontrado la manera de difuminar los conflictos, resolver los problemas, aceptar sus diferencias y seguir siendo tan amables y generosos como cuando se conocieron. A veces las parejas se separan o se divorcian en esta etapa.

2. Ya no prestan atención a la relación

Los expertos en relaciones no dejan de decir que una relación necesita “trabajo”. Pero, más que “trabajo”, una relación necesita atención. La mayoría de las parejas comienzan muy bien. Sin embargo, en algún momento, empiezan a darse por sentado el uno al otro y dejan de prestarse atención. Cuando las parejas dejan de prestar atención a la relación, suelen experimentar lo siguiente:

  • Desconexión: se han distanciado y ya no se sienten conectados.
  • Falta de contacto: ya no se tocan o no lo hacen con la misma frecuencia.
  • Falta de sexo: no tienen sexo o no tan a menudo.
  • Separación: no hacen cosas juntos.

Así, a medida que las tensiones normales de la vida en común se acumulan y desplazan el tiempo para el romance y la intimidad, las parejas pueden poner menos esfuerzo en su relación. O pueden dejar que los agravios que se guardan el uno al otro los separen. Algunas parejas se divorcian o se separan debido a la desconexión severa más que al conflicto severo.

Estos dos primeros puntos son las razones más comunes por las que las parejas suelen acudir a terapia de pareja para tratar de solucionar el problema. También resultan ser las dos situaciones en las que la terapia de pareja funciona mejor.

3. Tienen dificultades para influir en su pareja

Un tercer motivo común de ruptura es la percepción de falta de equilibrio entre la pareja. Cuando un miembro de la pareja siente que se acomoda o cambia más que el otro, una o ambas personas pueden sentir que no pueden influir en su pareja.

A medida que la relación evoluciona con el tiempo, las parejas necesitan ajustarse a los cambios de circunstancias, de roles y de experiencias vitales. Si uno de los miembros de la pareja hace la mayor parte de los cambios, puede aparecer el resentimiento.

Un consejero bien formado puede ayudar a reequilibrar las expectativas de cambio, gestionar los conflictos, tratar las diferencias y reparar las desconexiones para evitar rupturas dolorosas o ayudar a romper con dignidad.

En algunas circunstancias, uno de los miembros de la pareja pierde la esperanza, pero el otro cree que la relación puede mejorar y salvarse. En esos casos, unas sesiones de asesoramiento de discernimiento pueden ayudar.

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