¿Qué tan bien conoces al órgano más grande de tu cuerpo? La piel recubre todo tu ser y establece el límite que existe entre tú y el mundo exterior, por eso “estéticamente hablando” el papel que juega la piel en la vida de las personas es sin duda de primordial importancia, porque una piel bien cuidada y sana hace que usted se sienta más seguro, más relajado y tenga mejores relaciones con los demás. Para cuidarla, usted debe ser consciente de esto y preocuparse por comprar los mejores productos que solo the bloom puede ofrecerle para que tu piel esté lo más sana, fresca y suave posible.

Pero, ¿se ha preguntado alguna vez qué funciones importantes realiza la piel? La piel lo protege de la deshidratación, permite la absorción de oxígeno y la eliminación de productos de desecho del organismo y, finalmente realiza una función sensorial fundamental gracias a la presencia de receptores que le permiten percibir el calor, el frío, las variaciones de presión, el dolor, la picazón y por lo tanto deja que usted se adapte a los cambios ambientales.

Analizándola de forma más detallada, la piel se encarga de las siguientes funciones:

• Gracias a su elasticidad y suavidad, la piel sirve de protección contra el mundo exterior.
• De igual manera, ya que la piel representa la zona de intercambio con el exterior, contribuye de forma decisiva a mantener el resto del cuerpo a una temperatura adecuada.
• Protección de las radiaciones solares debido a la presencia de melanocitos, productores de melanina, importante pigmento que lo protege de los rayos UV.
• Protección frente a microorganismos externos gracias a la secreción de una película hidrolipídica formada por sebo (la grasa de la piel se produce por las glándulas sebáceas para mantener la piel suave e hidratada) se encarga del sudor que se esparce por la superficie cutánea previniendo que las bacterias, virus y parásito accedan al cuerpo y reduciendo el riesgo de aparición de infecciones.

¿Por qué es importante cuidar su piel?

El tejido de la piel, tan elástico y resistente, que recubre externamente todo tu cuerpo y realiza funciones importantes para su salud. Por esto, debe ser controlada y cuidada como los demás órganos del cuerpo.

Es importante observar la piel con atención y cuando note la aparición de alguna manifestación anormal, contacta con tu médico para que pueda formular el diagnóstico correcto y luego prescribir la terapia más adecuada. La piel, sus apéndices (cabello y uñas) y las mucosas que son continuación de la piel modificada constituyen una parte importante de tu organismo que puede, como cualquier otro órgano o sistema, verse afectado por infecciones y manifestaciones de diversa índole. El diagnóstico oportuno, naturalmente, permite una curación más rápida y completa del problema de la piel y, por tanto, es de fundamental importancia en los casos de aparición de cáncer de piel.

La piel no debe descuidarse porque es un órgano espía que refleja las condiciones de “salud” o “insalubres” de tu organismo. De hecho, la piel sufre la influencia no solo del medio externo sino también de los órganos internos con los que está en estrecho contacto gracias a la circulación sanguínea, y de estas influencias endógenas pueden derivarse alteraciones patológicas del tejido cutáneo.

¿Es cierto que la piel se ve afectada por tu estado de salud?

La piel realmente puede considerarse como un espejo que refleja la salud de la mayoría de los órganos y sistemas de tu cuerpo. A decir verdad, varias enfermedades vasculares periféricas, de la sangre, del sistema digestivo, el sistema respiratorio, el sistema cardiovascular y diversas enfermedades endocrinas, reumatológicas y renales pueden ser identificadas a tiempo por el médico gracias a la aparición de anomalías en la piel.

La aparición de lesiones, cambios en la temperatura de la piel, cambios en la textura y la superficie de la piel, cambios en la sudoración, cambios en los apéndices de la piel (cabello y uñas) pueden representar la útil “campana de alarma” que facilita el diagnóstico de diversas patologías primarias.

También son importantes las variaciones en el color de la piel que pueden brindar información útil sobre el estado general de salud. Por ejemplo, la palidez de la cara, las palmas y uñas puede ser causada por una reducción en la cantidad de hemoglobina y por lo tanto ser sintomática de la presencia de anemia. Un color azulado (cialois) de los labios, la boca, las uñas (y en casos graves también de la piel) puede deberse a un aumento de la hemoglobina reducida, que está relacionada con el dióxido de carbono, que se encuentra en las enfermedades cardíacas y pulmonares. La presencia de un color amarillento de la piel, hace sospechar inmediatamente sobre la presencia de un exceso de bilirrubina en la circulación, síntoma de la ictericia.